Es importante definir el término de enzimas, el cual se atribuye a las proteínas complejas que producen un cambio químico específico en nuestro organismo; es así como necesitamos enzimas que nos ayudan a descomponer los alimentos que consumimos desde que ingresan a nuestra boca y llegan al intestino. 

Las enzimas recombinantes son el resultado de años de investigación biotecnológico llevado a cabo por biólogos, bioquímicos e ingenieros biomédicos, estas enzimas basan su eficacia en su alta especificidad y la selectividad del sustrato, así como en el importante papel que desempeñan en los mecanismos de regeneración de los tejidos.

¿Para qué sirven?

Utilizando la enzima recombinante adecuada o la combinación ideal de enzimas, con la aplicación terapéutica correcta, es posible reducir de forma acelerada los daños de la piel: signos de envejecimiento (arrugas, líneas de expresión, flacidez, hiperpigmentación), imperfecciones, secuelas del acné, cicatrices, fibrosis, celulitis y la grasa localizada, entre otros.

¿Por qué recombinantes?

Las enzimas recombinantes son de origen bacteriano y se han desarrollado mediante un complejo proceso biotecnológico. Un factor clave es el uso de la tecnología de recombinación genética del ADN, conocida como tecnología recombinante, para obtener enzimas sintetizadas por microorganismos bacterianos, pero con la misma estructura y secuencia que la enzima humana. Gracias a ello, los procedimientos basados en enzimas recombinantes ofrecen un bajo nivel de inmunogenicidad, permitiendo un tratamiento seguro, eficaz, puro y biológico.

¿Cuáles enzimas se utilizan?

Dentro de las enzimas utilizadas encontramos la queratinasa, hialuronidasa, colagenasa, lipasa y liasa, que actúan en los tejidos para mejorar las zonas que requieren reafirmación, destrucción de grasa localizada y fibrosis.

Queratinasa: Degrada la queratina y su efecto es queratolítico.

Hialuronidasa: Efecto de drenaje, corrige las complicaciones tras las inyecciones de ácido hialurónico, aumenta la permeabilidad dérmica y favorece el drenaje linfático.

Colágenasa: reduce el exceso de volumen y la grasa localizada sin dañar el tejido. Elimina el exceso de sebo a nivel superficial.

Liasa: Efecto drenaje, aumenta la permeabilidad de los tejidos y la penetración de colagenasa y lipasa, también degrada las moléculas responsables de la retención de líquidos y toxinas, reduce el volumen corporal y mejora la apariencia de la piel. 

Por: Dra. Catherine  Alba - Médica Dermatóloga

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