La bromhidrosis (también llamada osmidrosis o cacidrosis), hace referencia a un olor corporal desagradable en general localizado en las axilas y los pies, aunque puede afectar otras zonas como los genitales y el área mamaria.  Con frecuencia se asocia a hiperhidrosis (sudoración excesiva) y depende de las glándulas apocrinas, las cuales descargan sus secreciones en los folículos pilosos y no participan en la termorregulación a diferencia de las glándulas ecrinas (las cuales producen el sudor). 

Inicialmente, la secreción apocrina es estéril e inodora cuando se produce pero luego de la primera hora ciertos tipos de bacterias (corynebacterium) la desintegran generando compuestos como ácidos grasos y amonio, los cuales participan en el olor corporal que es propio de cada individuo debido a diferencias químicas  y otros factores como son los hábitos de aseo, productos químicos aplicados sobre la piel, dieta rica en sulfóxidos (ajo, cebolla y algunas  especias), alteraciones metabólicas, obesidad, ingesta excesiva de alcohol, cafeína  y ciertos medicamentos, entre otros.

Usualmente, la bromhidrosis aparece después de la pubertad y se ha descrito una mayor prevalencia en varones y en ciertas etnias o poblaciones, representando un gran problema psicológico, de autoestima y que afecta negativamente el relacionamiento social.

En cuanto al tratamiento, se recomienda evitar la automedicación y consultar de manera oportuna con el dermatólogo, quien es el especialista capacitado para enfocar adecuadamente cada caso en particular y así definir el tipo de productos o fármacos a emplearse, complementado siempre el manejo médico con una adecuada rutina de higiene y secado de las zonas afectadas, cambio regular de prendas de vestir (idealmente elaboradas con materiales adecuados como el algodón), mejoras nutricionales y reducción de peso si es el caso, entre otros.  Adicionalmente, se ha descrito que la reducción permanente del vello (por ejemplo, en las axilas con depilación láser) puede ser de gran utilidad debido al menor desarrollo de flora bacteriana y retención del mal olor. 

Algunos tratamientos más modernos como el uso de ciertos tipos de láser y otros que reducen la hiperhidrosis como la toxina botulínica y equipos de Ultrasonido como la onda térmica miraDryTM han mostrado resultados satisfactorios en pacientes con bromhidrosis y pueden emplearse como tratamientos complementarios. 

Por: Dr. Mario Fernando Franco G. - Médico Dermatólogo

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